El descubrimiento de la necrópolis de Juan Primo de Gáldar (Gran
Canaria) ha permitido conocer una nueva visión de las costumbres y
gestos que caracterizaban las prácticas funerarias de los antiguos
canarios. Una lección de historia que va mucho más allá de los ritos
funerarios que realizaban los primeros pobladores de la isla y que
desvela también gracias al estudio científico de los restos humanos,
facetas de su vida cotidiana.