La
ciudad de Petra, que fue la capital de un riquísimo reino, el de los Nabateos, no
deja de ofrecer nuevos descubrimientos. Situada en los confines de tres
desiertos, el de Arabia, el de Siria y el de Néguev, fue absorbida al inicio de
la era cristiana por el Imperio Romano. En ese periodo se dotó de una serie de
monumentos excavados en la piedra del lugar que le dieron una personalidad
única. Luego se abandonó y quedó en manos
de los Beduinos y desapareció en el olvido hasta su redescubrimiento en
el s.XIX. Pero como se mostrará en este documental, Petra se inscribe en un
contexto cultural más amplio, gracias al que es posible entender muchas de sus
peculiaridades.