En los años veinte del siglo pasado, una pareja de arqueólogos descubrió un enterramiento mesolítico en la isla de Téviec, en Morbihan. La arqueología estaba aún en pañales y las necrópolis prehistóricas de esta calidad eran muy poco frecuentes en Europa. Entre los esqueletos, el que Marthe y Saint-Just Péquart denominan «K6» presenta una peculiaridad que intriga a la comunidad científica: dos puntas de flecha incrustadas en la columna vertebral. Este descubrimiento pone en entredicho la idea de que nuestros antepasados mesolíticos eran cazadores-recolectores pacíficos. A principios de la década de 2000, los esqueletos de Téviec despertaron un renovado interés en la comunidad científica. El arqueólogo Grégor Marchand y su equipo reabren la investigación e intentan comprender cómo se produjo el primer homicidio mesolítico conocido.
Presentación y coloquio a cargo del doctor Xabier Peñalver.