Las especiales condiciones estratigráficas del poblado neolítico del
lago de Chalain (Francia) han permitido la recuperación de un vehículo a
tracción fabricado en madera de más de 5.000 años de antigüedad. El
hallazgo ha generado una investigación en torno a la introducción de la
tracción animal en Europa que incluye el estudio de grabados rupestres
en los santuarios neolíticos de los Alpes.