A lo largo del siglo XX, numerosas cuevas que conservaban sus pinturas
rupestres estuvieron abiertas al público. Este hecho repercutió en el
rápido deterioro de las mismas, siendo imprescindibles las réplicas de
estas cavernas para que el público pueda disfrutar de esas obras de
arte. Ekainberri es la réplica que, con la ayuda de las más avanzadas
tecnologías de reproducción, permite al visitante conocer las pinturas
rupestres paleolíticas de la cueva de Ekain, situada a pocos metros en
el valle de Sastarrain (Zestoa, Gipuzkoa).