El 14 de noviembre de 1755 un navío de comercio sueco, el Jeanne-Elisabeth, fue atrapado por una violenta tormenta. Se hundió junto a su precioso cargamento pero la mayor parte de su tripulación sobrevivió al desastre. En el verano de 2019, unos arqueólogos bucean en el pecio. Es la décima campaña de excavaciones y los restos terminan por desvelar sus secretos. A través de esta investigación arqueológica, vamos a reconstruir la historia de este navío, de su tripulación y su peligroso periplo en torno al viejo continente.